Ecuador, Estado de Derechos y Justicia
Clara L. Placencia Ordóñez
Viernes 5 de Octubre de 2012
Ecuador, según reza en la Constitución que nos rige desde el 2008 en su Art. 1ro, es un Estado de derechos y justicia.
El
ejercicio de la Justicia permite que exista una vida civilizada y
determina la relación entre todos los actores y ciudadanos en una
sociedad. Y es en realidad la base para la Paz. A esto sumamos la
garantía de derechos garantizados afirmativamente, incluida una amplia
cantidad de derechos, como por ejemplo el derecho del acceso a la
alimentación, salud, educación y el agua, y tenemos garantizado lo
básico que requiere un ser humano para ser feliz.
Entre los derechos
garantizados por la Constitución están los ya mencionados y otros más
afirmados claramente en esta Carta Magna: Ambiente Sano, Comunicación e
Información, Cultura y Ciencia, Hábitat y Vivienda, Trabajo, Seguridad
Social y Libertad y otros derechos particulares de ciertos grupos
específicos como los niños, adolescentes y personas mayores.
En
realidad, el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa y
otros presidentes afines a su ideología y discurso como Hugo Chávez, nos
hablan del Socialismo Siglo XXI, y una constitución como la nuestra lo
hace posible, aunque en realidad es bastante distinto del Socialismo de
la ex –Unión Soviética o Cuba, donde el estado si bien lo garantiza todo
queda la riqueza personal limitada a la riqueza existente en el estado.
Por
el solo hecho de tener garantizados estos derechos por la Constitución,
es de creer que las leyes construidas en la Asamblea y los reglamentos
de los organismos que conforman el estado, en sus minucias, aunque no
estoy al tanto de los detalles de estos, promueven la igualdad de
derechos y la garantía afirmativa de lo que dicta la Constitución.
En
la riqueza humana de una sociedad de personas educadas, este mencionado
Socialismo Siglo XXI no tiene porque empobrecer a ninguna persona que
desee emprender privadamente, -pues en ninguna parte de la constitución
dice que el estado para garantizar los accesos de unos les quitará a
otros, y además garantiza el derecho a la propiedad privada y a la
conformación de empresas, como dicen los artículos 319, 321, 322, 324 de
la Constitución 2008-, y sí en cambio facilita la salida de la pobreza
extrema en la que podían estar viviendo muchos ciudadanos. Pero claro
que veo cierta posibilidad de que se regule equivocadamente el mercado
porque si existiera una claúsula que diga que no existe límite a la
cantidad de riqueza permitida para cualquier emprendedor, creería que es
un estado bastante maravilloso, y como no dice eso la Constitución, la
lógica booleana de la relación entre los artículos permitiría coartar
ciertas libertades y ambiciones aunque no sea impedido el libre
emprendimiento –salvo por lo añadido en la Consulta de Mayo de 2009 que
prohíbe ciertas libertades de emprendimiento a bancos y medios de
comunicación.
En realidad falta mucho para que se construya el estado
garantizado por la cantidad de bondades prometidas en la Constitución,
pero es de esperar que se esté dirigiendo a ese derrotero, pues además
de la Asamblea, -en donde se construyen las leyes-, existe también la
Corte Constitucional, encargada de vigilar que no se viole la
Constitución.
Faltarán unos pocos años para ver exactamente los frutos de esta constitución y este actual Gobierno.
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