sábado, 13 de octubre de 2012

Boletín No. 3 del 12 al 14 de Octubre de 2012

Clara L. Placencia Ordóñez
Viernes 12 de Octubre de 2012

Boletín No. 3 del 12 al 14 de Octubre de 2012

Noticia de la que se habla estos días

ENTREGA DEL NUEVO AEROPUERTO DE QUITO

En la administración municipal de Paco Moncayo, -hace más de siete años- se firmó el contrato para la construcción de un nuevo aeropuerto para la ciudad de Quito, contrato de concesión de la construcción y manejo del proceso celebrado entre el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y la compañía Quiport, operadora del aeropuerto,  cuyo representante es el canadiense Phillip Baril.

Un actor adicional para la coordinación del desarrollo de este proyecto fue la CORPAQ Corporación Aeropuerto de Quito, encargada de la administración municipal para lograr la construcción del aeropuerto, dirigida por Diego Pachel.

El proyecto estuvo programado en un inicio para ser entregado e inaugurado con fecha 10 de agosto del año 2010, pero los concesionarios demoraron el proyecto diciendo que los desembolsos de financiamiento de la compañía financista adjudicados –actor adicional independiente y fijado en el contrato cómo sería el mecanismo de financiamiento con estos actores. De manera que la construcción de este aeropuerto –para decirlo claramente, porque ahorita ninguna noticia quiere decir lo mal manejado y demorado que estuvo el procedimiento- era un verdadero dolor de cabeza para quienes seguíamos la noticia de los avances en la finalización de la construcción de este nuevo aeropuerto. Pues parece ser que si el desembolso del dinero para financiar la construcción no se daba no se le podía culpar a la Quiport ni a la CORPAQ; o sea que el contrato estaba hecho de tal manera que por más que se les de ultimátums a estas empresas podían escudarse en que no les hacían los "desembolsos de dinero".

Finalmente ha sido entregado hoy a la ciudadanía y al Municipio, y empezará a operar oficialmente el 20 de Febrero de 2013. Pues como es lógico no basta con que esté capaz de operar el aeropuerto en cuanto a sus instalaciones sino que se trata de toda una migración de compañías de aviación, entrenamiento del personal con las nuevas instalaciones, puesta a punto de las famosas vías de acceso desde distintos puntos de la ciudad camino al nuevo aeropuerto, el cual dicho sea de paso toma poco más de 1 hora y se puede llegar partiendo de distintos puntos de la ciudad o de otras ciudades del país cercanas a Quito.

Su nombre: Aeropuerto Mariscal Sucre; el mismo del actual y desde hace años aeropuerto de Quito, pues por votación ciudadana de 27.000 votaciones y por sugerencia del mismo Presidente de la República, Rafael Correa, se decidió de entre algunos nombres propuestos, como por ejemplo: ‘Aeropuerto Mitad del Mundo’, ‘Aeropuerto Manuela Sáenz’ y el mismo del actual, ‘Aeropuerto Mariscal Sucre’, a dejarlo con el nombre del actual y de siempre aeropuerto.

El nuevo aeropuerto es más grande y mejor en todos los aspectos de sus instalaciones, incluido el mayor largo de su pista, mejor capacidad para el abastecimiento de combustible, una terminal de pasajeros mucho más amplia que puede albergar a más personas y facilidades superiores en el albergue de aviones e incluso en la tecnología de los equipos y la torre de control.

En definitiva es todo un señor aeropuerto digno de una ciudad capital metropolitana como lo es Quito.

Pero cómo nos costó, eso ya no lo mencionan todos los medios para tapar ese fracaso del Municipio, porque como sucede en la vida de las personas, cuando se acaba el problema ya no se le juzga a la persona que tenía la gran culpa, pero tratándose de evaluación de administraciones y funcionarios no se puede hacer esto. “Prohibido Olvidar”, como dice nuestro Presidente Correa en las cadenas sabatinas.

Yo realmente sugeriría que se aclare en qué consistió el problema para que se haya dado esa demora, si en el contrato firmado y hecho por Paco Moncayo, actual asambleísta y ex Alcalde de Quito o en qué otra persona recayó la negligencia durante la administración de Augusto Barrera, actual alcalde, o quien sabe algún interés oscuro de algún Illuminati infiltrado en el asunto.

No nos debemos olvidar por más lindo que haya quedado el nuevo Mariscal Sucre o porque ya no hay problema sino solo alivio y celebración.

Attenti Quito!

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